viernes, 24 de septiembre de 2010

Netafísica

La netafísica es la rama de la pseudofilosofía que estudia las netas alcanzadas por el Ser. A diferencia de otras disciplinas, la Netafísica no busca ni el consenso ni el reconocimiento internacional de la validez en su contenido. La Netafísica es una verdad axiomática por sí misma, a menos de que se demuestre que no. Cuestionable, y sobre todo, contraargumentable, la netafísica no es falsa ni cierta, sino todo lo contrario. Es y se sostiene por una serie de razonamientos de método chaquetológico, igual que el monólogo de un comediante. Sin embargo, adiferencia del discurso cómico, que es en sí una praxis, el debraye netafísico no tiene aplicación en la realidad. Es simplemente una serie de pensamientos fumados aún más agradables que el discurso religioso, que por lo menos, no cobra cuota semanal (es gratuito).
El verdadero netafísico jamás se documenta al respecto de lo que dice, o si lo hace, procura leer solamente, o bien la parte de atrás de los libros (contraportada), o bien las primeras dos páginas de la introducción. Desarrollan teorías a partir del sinsentido común y a cada rato están señalando hechos de la vida cotidiana como evidencia empírica de su teoría.
Odiados por los científicos, filósofos y teóricos serios, los netafísicos (involución directa de los Sofistas griegos) suelen encontrasre en las aulas de las universidades, y siempre terminan sus conversaciones o ponencias con moralejas existencialistas.
Quién sabe, a lo mejor tú eres un netafísico y no te has dado cuenta. Sal del clóset, no pasa nada. No pasa de que la comunidad científica nunca te tome en cuenta. Pero ¿qué importa la opinión de un grupo de aburridos estudiosos de la realidad consensuada? La Netafísica es ante todo un placer, un gusto por encontrar la verdad en cada caja de cereal o en cada interpretación de las formas en las nubes. Si eres un netafísico, y aún no has encontrado tu neta, búscala y no temas. Ya encontrarás un grupo de fans que te siga, tal y como todos los que me están leyendo en este momento y creen cada palabra de lo que digo.


lunes, 20 de septiembre de 2010

Reseña de Emergencia: Hasta que la risa no se pare

El día de hoy, mi amigo Daniel me invitó a una puesta en escena titulada Hasta que la risa no se pare, dirigida por Carlos Ignacio, en el Teatro Juventud. Realmente, el recinto es vasto. Tanto en el área de butacas como en el escenario. Con la mitad del mismo basta y sobra para montar una de las obras del Club de Teatro de la Facultad de Psicología. Los presentadores tardaron bastante en dar las llamadas, hay gente de todas las edades, mayoritariamente vecinos de la zona que llenan por completo el teatro. Cuando se abre el telón, caigo en cuenta del nivel de producción que trae la obra tras de sí: escenografía elaborada, micrófonos ambientales (normalmente criticaría el hecho de que el actor no pudiera bastarse de su voz, pero el auditorio es enorme y vociferar le quitaría el toque), y –aquí entramos en peros– un elenco compuesto por actrices edecanes y actores carismáticos. No malos, pero decir que son de televisa confirma mis sospechas con respecto al dinero que está invertido. Incluso, para telonear, se escucha un corrido compuesto para la obra misma. A juzgar por estos aspectos, la obra promete. Y cumple, al menos, al público presente. Encontramos todos los elementos característicos de los sketches del 2 o del 9: chistes de doble sentido, albures, juegos de palabras y varias referencias locales que sólo los mexicanos entendemos. Brevemente, la historia se resume en la aventura en que se meten dos hombres casados –uno, el típico galán infiel, y el otro, el típico mojigato inocente– cuando sus esposas salen de viaje y ellos deciden contratar a dos sexoservidoras para divertirse. El conflicto surge cuando las esposas regresan prematuramente y se dan cuenta de las intenciones de los maridos, por lo cual, deciden disfrazarse de las trabajadoras sociales y entre vengarse, entre divertirse con ellos. Tenía mucho que no iba a una comedia en forma. El estilo de actuación es inconfundible: los actores se dirigen constantemente al público, divirtiéndolo, actuando con él. La mayor parte de los chistes son contados en posición abierta (de frente) para que todos los veamos. Sin embargo, desde un punto de vista exigente (mas no experto), el discurso es un poco bobo, rayando en lo simple. Lo mejor de todo no es en sí la trama, sino la cantidad de salvadas e improvisaciones que se echan los actores y actrices para satisfacer, no al público, sino a ellos mismos, que se la están pasando genial allá arriba. El público está complacido cuando la puesta en escena termina. , y todos aplauden. Para los no muy exigentes a la hora de reír, fue un buen rato.

Sabor Amargo

A todos los que me acompañaron a ver Sabor Amargo de Estela Leñero les hice la siguiente advertencia: "De no apurarnos, es posible que no alcancemos boletos. El domingo es la última función y las entradas sólo pueden conseguirse hasta ese día, no hay reservaciones ni pre-venta. Además, somos muchos, y no quiero que nadie se quede fuera". Afortunadamente, todos me hicieron caso y llegamos más o menos a la hora que tenía previsto: 90 minutos antes para comprar las entradas. Nadie llegó por su parte, aunque el Teatro Sergio Magaña no está muy escondido, no quise correr riesgos y los esperé a todos en el Metro San Cosme. No esperaba que el lugar estuviera tan vacío cuando llegamos, nos apresuramos a comprar los boletos y, dicho y hecho, el lugar se llenó de gente por ahí de las 5:30. Al ser última función, no se me hizo raro que llegara gente vestida elegantemente y con talla de importante. Inclusive llegaron varios autobuses repletos, y todos se metieron al edificio. Al entrar, nos percatamos de que casi la mitad de los asientos estaban reservados. Procuramos sentarnos lo más juntos posible. Segunda llamada. A media luz, una actriz sobre el escenario trazando lentamente algo sobre el piso con un gis. Butacas llenas, puertas cerradas, y elenco listo, se escuchó la Tercera Llamada.

El hijo es un drogadicto, el actor se convulsiona bien. La hermana le reclama sobre su vicio, la actriz (que era la que se hallaba trazando lo que ahora es un juego de avión sobre el suelo) es muy guapa, pero actúa como una niña de 15 con mente de 8. Digo "pero" porque por la manera en que habla y se mueve no parece una mujer, sino apenas una adolescente. Llega el padrastro y comienza a acosar a la hermana, el hermano no hace nada, ha prometido no decir nada a cambio de que el padrastro le dé dinero para mantener su vicio. La hermana ruega a su hermano que la defienda alzando la voz ante la madre, ya que ella por sí misma no la convence de la existencia del acoso. Al contrario, la madre cree que es más bien su hija quien se le insinúa a su nuevo novio. La regaña, todos vamos comprendiendo que desde la muerte del padre todo se ha deshecho. La única que no está tan enferma es la hija, que sólo quiere estudiar y salir adelante. Mitad como un fantasma, mitad como una alucinación, el padre muerto se le aparece al hijo. Primero como arrastrando cadenas, como avisando que ahí sigue. Todos entendemos que cuando la luz baja, y el hijo se queda solo, aparece el padre como un espíritu clamando venganza. No entendemos por qué, lo único malo que ha hecho la madre es tratar de seguir adelante consiguiéndose una nueva pareja. Al parecer el padre no tolera que otro hombre ocupe su sitio, pareciera incluso injusto que no quiera que su esposa sea feliz. Entonces el padrastro nos vuelve a recordar que es un patán, observamos que desea más a la hija que a la madre incluso en presencia de la última. Pero la madre se hace tonta, no quiere ver, no ha querido ver todavía.

El momento más impactante de todos ocurre en ausencia del padrastro. Una vez que la hija acordó por fin tener sexo con él a cambio de dinero, ésta se arrepiente y huye corriendo. Cuando regresa, se encuentra con su madre intentando ayudar al hermano quien está sufriendo una crisis por la droga. En el rostro de la hermana se ve que casi ha sido violada, en el rostro del hermano se nota los efectos de las apariciones hamletianas del padre. Los ruegos de la hermana, y las evasivas nerviosas del hermano, hacen que poco a poco la madre se dé cuenta de que algo realmente grave sucede. Por fin (y para alivio de todos) el hijo confiesa. La mamá enloquece de negación, el hijo la detiene, la hermana huye para siempre de la casa. Y entonces nos damos cuenta: fue la madre quien asesinó al padre por las golpizas que éste le daba. Desconsolada, sale de escena. Más tarde, el padrastro llega borracho, la madre lo rechaza, él cae al piso, la madre se va. Se quedan solos el hijo, el padrastro en el suelo y el espíritu del padre detrás del primero. Por fin todos nos damos cuenta de la puñalada que tiene el padre en la espalda. Se la dio la madre cuando el padre golpeaba al hijo, quien a lo largo de toda la obra nos ha demostrado el pavor que le tiene al señor, ahora fantasma. El padre, nuevamente, clama venganza. Anteriormente, sin que nadie se diera cuenta, ha dejado colgado su cinturón en la pera de boxeo que hay justo en medio de la casa para que el padrastro practique. El hijo la prueba, sí aguanta. Pero como no puede cargar al pesado hombre que está en el suelo, su padre se vuelve loco y comienza a gritar. Todo comienza a volverse caos, el hijo pierde el control y, en un último acto desesperado para oponerse por fin a la voluntad del padre, él mismo se pone la horca en el cuello. "¡Aquí se termina todo!" le grita a su padre, desesperado. Todos sabíamos que al final, él acabaría quitándose la vida. Todo termina, la obra concluye.

Los aplausos inundan el recinto, lo han hecho bien. Salvo algunos detalles en musicalización (en momentos tensos han puesto canciones que quitan la emoción), yo diría que el trabajo fue bastante convincente. Tengo que admitir que no es la obra que más impacto me ha dejado. No salí con un hueco en el estómago tan grande como en otras ocasiones que he ido al teatro. Pero los ruegos de la hija a la madre en presencia del hermano sí me han movido el tapete. A pesar de que es una obra que no deja dudas (pues sólo es para verse una vez), a todos nos ha gustado. Mis amigos y yo seguimos hablando de ella mientras vamos por algo de comer en los puestos que quedan cerca.

Primer Informe de Gobierno

Respetables Blog-escuchas (no les digo "lectores" porque suena muy pretensioso; ni los llamo "bloggeros" porque suena muy Internet-addicted). Quiero utilizar esta entrada para agradecer profundamente sus lecturas y comentarios en mis escritos. Este proyecto que inicialmente se pensó como un medio para publicar mis tareas escolares de cierta materia (aún con dicha función) se ha vuelto un foro donde puedo explayarme sobre mis más recientes experiencias. Es un placer exquisito vaciar mi cabeza de las tantas y tantas cosas que pienso sobre ciertos aspectos paritculares. Una vez más, les agradezco sus lecturas e ideas responsivas. No son sino retroalimentación pura para mí.
Pasando a otro tema, sé que debo varias entradas. Hasta donde recuerdo, revisiones de: El Infierno (film), Grandes Coros de la Ópera Romántica (concierto), y Where The Wild Things Are (film). Agrego: anexo a la reflexión de la última, postearé un pensamiento catártico que me surgió después de ver Alice in Wonderland (film), de Tim Burton, junto a un breve paréntesis basado en Inception (film), de Christopher Nolan. Además, pretendo revisar la puesta en escena El Rumor del Incendio, de Luisa Pardo y Gabino Rodríguez (a la que acudí ayer domingo 19 de septiembre). En la siguiente entrada, como ya anuncié y publiqué exageradamente demasiado que leer, expresaré brevemente mi percepción de la puesta en escena Sabor Amargo, de Estela Leñero, a la que acudí hace un par de semanas. Les deseo mucha suerte en el simulacro de mañana (que en realidad ocurrirá en algunas horas). LIB, cambio y fuera.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Teatro, Cine y Danza: Junio-Septiembre 2010


Mi maestro de actuación dice que el verdadero teatro perdura en la mente del espectador una vez la obra ha concluido. Este año por fin me expuse a lo que no me había expuesto en toda mi vida; si he de llamarme artista, supongo coherente que me exponga a los diversos trabajos de verdaderos profesionales. “Hacerme de buen oído”, pues. Tener criterios y bases. Saber. Poco o casi nada, pero no permanecer en la ignorancia. Quisiera rendir tributo a las puestas en escena que he presenciado a lo largo del año, exceptuando quizás dos presentaciones dancísticas; la primera en el teatro Benito Juárez llamada Momentos Inesperados, de Emma Pulido; y la presentación de Talleres Libres de la UNAM en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Dado que todavía carezco de capacidad para comprender el lenguaje de la danza, me limitaré a mencionarlas en esta revisión. Por otro lado, quisiera aclarar que la gran mayoría de las obras que mencionaré a continuación ya concluyeron temporada. No las estoy recomendando, a lo más estoy haciendo remembranza de lo que me dejaron en la mente y/o en el corazón, asegurando su trascendencia en mi blog.

Basta Morir de Iris García Cuevas, se presentó en el Auditorio de la Biblioteca Vasconcelos a finales de junio del año en curso, con la participación de la Escuela de Iniciación Artística No. 4 del INBA (generación 2004-2010). El argumento: una escritora se entera que su antiguo novio ha muerto, a ella no parece causarle tristeza. Un detective llega a su casa a averiguar el “aparente suicidio” del joven y le hace algunas preguntas a la escritora. Mientras la historia transcurre entre el ir y venir de muchísimos flashbacks, nos damos cuenta de que el detective también ha sufrido una enorme pérdida que no ha logrado superar. Ambos se enamoran, pero ninguno quiere decirse la verdad. Al final nos hemos dado cuenta de lo que en verdad ha pasado: tanto la escritora mató a su novio en un arranque de furia, como el detective mató a su esposa en un arranque similar de desesperación por la muerte de su hijo en un descuido de la madre. De ambos culpables, sólo uno resta para llorar todas las muertes cuando la escritora se suicida. Su amor no llega a término, queda interrumpido por la verdad que sólo al detective le queda afrontar. “Para perdonar hay que entender” se queda grabada en mi mente para siempre. El escenario se ha puesto de tal forma que todos los personajes están en escena, de espaldas, a las orillas del escenario. Sólo los que conversan se encuentran en el centro, de frente. No hay puertas, todos van y vienen a través de marcos enormes, que los actores atraviesan constantemente. Sucede que cuando un personaje sale de escena, enuncia su despedida al mismo tiempo que el personaje que entra enuncia su saludo. El escenario nunca se queda vacío, cuando alguien sale, alguien más, simultáneamente, regresa diciendo lo mismo. La obra ha sido satisfactoria, las actuaciones magníficas. Les recomiendo ampliamente la historia, está publicada.

En pausa es una creación colectiva de la compañía Bruja Danza, dirigida por Alejandra Ramírez. La puesta en escena de danza teatro comienza con cinco artistas realizando movimientos repetitivos y asilados. Ninguno se habla, ninguno se toca. Cada uno en su mundo. El Foro Sor Juana Inés de la Cruz, localizado en el Centro Cultural Universitario (CCU) se va llenando poco a poco un miércoles de junio. Los artistas comienzan a moverse narrando una historia. Yo no la entiendo, me falta muchísimo oído para ver la danza e interpretarla. De pronto todos se detienen y se levantan, una se sienta y comienza a fumar. Uno de los artistas se nos acerca y nos narra un instante de su vida que lo marcó para siempre. “Son estas pausas que nos marcan para siempre”, nos dice. Yo le creo, y entonces lo veo todo. La chica que se ha puesto fumar es violada y maltratada por los demás. Quizá eso fue lo que la marcó a ella, pero no nos lo cuenta. Antes de que logre encontrar el sentido de todos, las luces se apagan y nos damos cuenta de que el Foro nunca dio la tercera llamada. No lo necesitaba, desde que se empezaron a mover los artistas, ya habían captado toda nuestra atención. Tuve la fortuna de sostener una breve entrevista con la realizadora, quien nos contó que en realidad, toda la coreografía fue una creación basada en eventos verídicos de cada uno de los intérpretes. Nos promete más escenarios, yo espero algún día encontrarme algún anuncio que promocione a la compañía de Bruja Danza para que me cuente otra historia. Quizá esta vez esté más educado.

Instantáneas es una producción que se presentó en un auditorio (cuyo nombre ya no recuerdo) del Centro de Capacitación Cinematográfica. La obra en sí no me gustó del todo. El argumento relata las distintas problemáticas en diversas familias: un transexual que huye del rechazo de su padre y de la discriminación de una de las enfermeras en la cirugía para cambiarse de sexo, una madre soltera que reclama constantemente a su madre el despojo del nieto, un hijo que vive a la sombra de la madre por el hijo mayor que es invidente, una pareja que no puede tener hijos y que usan el engaño hacia ellos mismos para que ella pueda inseminarse de alguien más. La escenografía consta tan sólo de un escenario vacío salvo varios módulos: cubos huecos de madera que pueden apilarse para simbolizar una silla, una mesa, una cama, o un pedestal. Para cada conflicto existe un color que visten los personajes. La pareja viste de verde, la hija y su madre visten de rojo, los hermanos y la madre visten de azul, el chico que quiere ser chica y su amiga visten de rosa. Cada vez que los personajes del conflicto entran, varios flashes irrumpen en escena y ellos posan ante las cámaras, dejándonos claro que mucho de la vida social, se basa en las “poses” que tomamos ante los demás, aunque por dentro nos estemos deshaciendo, o sintamos alguna otra cosa.

En total, a lo largo del año he acudido a dos conciertos de talla académica. El primero fue parte del Ciclo Contempo presentado en el Centro Nacional de las Artes: Recital de Corno y Piano  por Mauricio Soto (en el corno) y Józef Olechowski (en el piano); y el segundo fueron los Grandes Coros de la Ópera Romántica en el Auditorio Nacional, presentando a La Orquesta Sinfónica de Minería, el Coro Filarmónico Universitario, el Coro ProMúsica y el Coro de la Facultad de Ingeniería, donde participó mi amiga Ingrid, de la Facultad de Psicología (UNAM). Del primer concierto, no me queda más que decir que si antes del 8 de Julio me hubiesen mostrado una serie de instrumentos y me hubieran pedido “identifica el Corno”, habría fracasado monumentalmente. No sabía que tal instrumento pudiera ser tan melodioso, entretenido e incluso dinámico. Inmediatamente mi mente viajó a los tiempos de Gondor; aquellos tenían que ser los antecesores del cuerno moderno. El segundo concierto fue más impresionante, estuvo magnífico.
Requiere una entrada completa que escribiré más adelante.


Soy Jasón, tengo 28 años se presentó en el Centro Cultural de la Diversidad. Una obra que no comprendí del todo. Una alegoría a la decadencia del género humano. Un mundo post-apocalíptico donde se hace referencia a los antiguos románticos y a una Ciudad de México devastada. Jasón busca la clave para recuperar las emociones y el romanticismo en su época. Como Alicia en el País de las Maravillas, se encuentra con varias figuras que entre que la orientan y la desorientan para alcanzar su objetivo. La inconformidad de Jasón lo obliga a viajar en el tiempo hacia inicios del siglo XXI, a nuestro tiempo. Y ahí, la obra concluye. No sabemos lo que encontró Jasón en nuestro tiempo, o si realmente nuestro panorama satisfizo su inconformidad ante la humanidad. No sé, a menos de que viniera muy recomendada, no iría a ver una obra a ese foro otra vez. Soy Jasón, tengo 28 años me dejó insatisfecho.

Hago un paréntesis para anexar aquí dos películas de cine de arte, y una de terror independiente, que aunque no cuentan como puestas en escena, valen la pena revisar: Tres Monos y Donde Viven los Monstruos se exhibieron en la Sala Julio Bracho del CCU, y en la Cineteca Nacional, respectivamente. El Festival Macabro proyectó en su inauguración la película Somos lo que hay en el género de canibalismo. El filme que presencié en la Cineteca me dejó tal impacto que reservaré una entrada para ella sola más adelante.

Tres Monos, de Nuri Bilge Ceylan, fue una proyección bastante… interesante. Mi experta amiga fanática y crítica de cine Chapitas me dijo que ya había experimentado el trabajo del director anteriormente, pero que esta producción en particular fue de lo más tediosa y molesta. “Todo el argumento que sucedió en dos horas…”, dice, “…pudo haberse resumido en cinco minutos”; un chofer que acepta ir a la cárcel para cumplir la condena de un asesinato accidental que no cometió a cambio de dinero de su jefe, el verdadero culpable. Mientras él está en la cárcel, el hijo y la madre tienen que arreglárselas, lo cual sucede más rápido de lo que esperamos ya que la madre decide pedirle un adelanto al jefe de su marido, iniciándose un amorío entre ambos. El padre sale de la cárcel, pero el hijo ya los ha descubierto, y calla. El esposo poco a poco se da cuenta de la verdad, pero no hace nada. Chapitas tiene razón, los personajes casi no dijeron palabra alguna. La historia sucede entre miradas y silencios. Aún así, tuve que discrepar con mi amiga; más adelante la cosa se pone bastante interesante. El hijo decide seguir a su madre, y descubre que en realidad, más allá del dinero, la esposa está desesperadamente enamorada del jefe de su marido. Incluso se arrodilla y le ruega se vayan a vivir juntos, pero el jefe se niega y la trata como a una cualquiera. El hijo entonces decide asesinar al jefe y confiesa su crimen a sus padres, quienes ya no pueden dormir juntos a causa de la tensión entre ellos. La trama llegó a un punto tal, donde lo único que pedía era, con terror, que la esposa no se suicidara tirándose desde el tercer piso en su tristeza y desesperación. Creo que nunca había pedido con tanto fervor que alguien no se muriera en una película. Aunque Chapitas sepa muchísimo más de cine que yo, diría que el filme valió la pena.


Nunca había escuchado hablar del festival de cine Macabro. Cuando llegamos a la Cineteca, había una fila grandísima. La sala se iba a llenar, era inminente. En la sala, diversos costales se convulsionaban para dejar salir a mimos que iban de aquí para allá haciendo locuras. Uno tocaba el acordeón, lo cual le daba a la sala un ambiente de prestige. El discurso inaugural fue de lo más pesado y extenso; sin embargo, logré darme cuenta que estaba rodeado por Fans. Fans-from-hell del cine de terror, Fans que sabían de caníbales, de zombies, de asesinos seriales y de toda clase de muertes tenebrosas. En mi caso, era mi primera película oficial de terror. Siempre nos han enseñado a diferenciar entre el terror y el suspenso. En este caso, la diferencia es mucho más abismal de lo que yo pensaba. Una familia de caníbales que se desintegra poco a poco tras la muerte el padre. Cuando éste no regresa a casa, alguien tiene que tomar el papel de líder para perpetuar “El Rito”, que consiste en comerse a alguien cierto día a cierta hora. Al parecer, la familia lo ha hecho por generaciones. El problema es que, ahora sin la ayuda del padre, es difícil conseguir una nueva víctima. La madre insiste en que no quiere volverse a comer una prostituta, así que se encierra en su cuarto y deja que los tres hijos, dos hermanos y una hermana, resuelvan el problema. El mayor debería ser el líder, aunque es el más temeroso; el menor es el más impulsivo, por pelearse con clientes del tianguis les han retirado su puesto en el mismo; la menor es la más inteligente, fría y calculadora, apoya al mayor para que asuma el papel de líder y se dé a respetar ante su hermano, quien constantemente lo está retando. A la trama se agregan dos antagonistas (quienes irónicamente, vendrían a tomar el papel de “los buenos”), un judicial y su pareja que buscan encontrar la verdad ante los extraños asesinatos que incluyen canibalismo. La película no cae en el gore, casi no hay sangre ni gente comiendo carne descaradamente. La mayoría de las muertes ocurren en planos ocultos, detrás de un librero o una pared. Los remates en el soundtrack dan a entender que alguien ha dado un hachazo en la cabeza a alguien. Es interesante escuchar al director hablar de los policías buenos como los antagonistas de la película, pero es cierto. Si los caníbales son los protagonistas, los policías (por mejores intenciones que tengan) no pueden ser sino los antagonistas al oponerse a las acciones de los primeros. Al final, me quedé con ganas de ver una película de zombies. Ni modo, será para el próximo año.


Zoot Suit, de Luis Valdés, fue un musical que me dejó con los pelos de punta de la emoción. Presentado en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón en el CCU, relata la historia del pachuco Henry Reyna y su lucha contra la represión social de los Estados Unidos ante los chicanos en ese entonces. Para todos aquellos los que no saben qué es un pachuco, basta mirar algunos trabajos de Tin-Tán (de quien soy profundo admirador). Música y Baile Swing (del cual soy Fan), canciones y una historia que involucra represión, discriminación y sociedad. El trabajo de la Compañía Nacional de Teatro es impecable. No digo más porque no hay nada más que decir. La historia es muy larga y no pretendo hacer un spoiler de la misma, vale la pena COMPLETAMENTE ir a verla de presentarse nuevamente. Se ha hecho una adaptación cinematográfica del musical, ha de conseguirse. Los dejo con la cosquilla y con una reseña de Cynthya García Leyva para la página de Difusión Cultural de la UNAM:


 Después de cuatro meses de trabajo de remodelación, el Teatro Juan Ruiz de Alarcón abrió sus puertas para el estreno en México de Zoot Suit, del dramaturgo chicano Luis Valdez.

"Zoot Suit comienza después de haber cruzado la frontera", dijo en conferencia de prensa Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro del INBA, que estrena, en coproducción con Teatro UNAM y Conaculta, esta obra escrita y dirigida por Luis Valdez (California, 1940), fundador del Teatro Campesino y a quien muchos consideran como el padre del teatro chicano.
A partir de una incorporación del modelo brechtiano, Valdez monta una obra de no pocas implicaciones. Hay en ella, para comenzar, una triple visión del autor sobre la figura del chicano: la que dibuja en el montaje original sobre la comunidad mexicana de los años cuarenta en Estados Unidos -que fue adaptado y llevado a la pantalla en 1981; ésa que supone precisamente pensar al chicano en las condiciones particulares de los setenta (década en la que se estrenó la obra) desde la propia experiencia de la chicanidad; y otra que se proyecta décadas después, en 2010, desde la nueva adaptación para teatro y desde una nueva -aunque todavía harto compleja- situación de los mexicanos en territorio estadounidense.
Zoot Suit es una obra que acentúa las preocupaciones sociales que atañen al teatro de Valdez, bajo esa idea del teatro como necesidad, como plataforma para la crítica; pero  es también esa agudeza llevada a escena que juega con la ambigüedad del título: la figura del pachuco representada a través del traje zoot (que también vestían otras minorías y grupos marginados en Estados Unidos); el término que alude a la cultura del jazz y el swing; ése otro que refiere a algo jocoso, "suave", "de onda"; y uno más, que quizás engloba todos los anteriores, el que sugiere la idea de mezcla, de multiculturalidad.
Si algo puede rescatarse del montaje de esta obra es el abanico de lecturas que se insinúa respecto a quién es el pachuco, el chicano, sobre el otro, sobre la natividad, sobre la hibridez cultural. Y es que los recursos utilizados no se resguardan en el vaivén del diálogo, se llevan al dinamismo del juego con el tiempo escénico -casi en lenguaje cinematográfico-, a las posibilidades que otorgan el teatro musical, la complejidad del spanglish (o espanglés) y de la situación cultural de quienes lo hablan, el drama y la comedia.
Con música del compositor chicano Lalo Guerrero (1916-2005) y bajo la realización de un gran equipo creativo mexicano, Zoot Suit deja claro lo que señalaría Luis Valdez días antes del estreno de su obra: "la cultura es una negociación, un intercambio".
(http://www.cultura.unam.mx/index.html?tp=articulo&id=1438&ac=mostrar&Itemid=188&ct=294)

Alguna vez vimos en clase el efecto producido por el choque de hipercampos entre los actores y los espectadores en un teatro. Sucede un fenómeno tal, que se logra una confrontación liberadora, la ruptura de barreras y el cambio en la manera de pensar de los presentes. Por supuesto, mi experiencia me ha dejado claro que esto no sucede en todos los casos. Y aún así, sigo sin entender qué fue lo que hizo que 9 Días de Guerra en Facebook de Luis Mario Moncada me dejara tan trastornado al salir del Foro Sor Juana. Considero pertinente mencionar el hecho de que el Foro Sor Juana es un teatro tipo Black Box; literalmente, una caja negra. Normalmente utilizado para abordar el teatro de búsqueda, el Black Box permite una intimidad con todas las dramaturgias (de escenografía, de argumento, de actuación, de musicalización, etc.) que no se puede lograr con escenarios convencionales. Los actores frente tuyo desarrollan la problemática a no más de dos metros de distancia. 9 Días de Guerra en Facebook es la primera de las únicas tres obras de carga sociohistórica que he visto hasta ahora; vaya la mención, llegaron varios puntos en la obra donde no entendía nada. Y es que este tipo de proyectos pueden tener dos consecuencias en el espectador. En primer lugar, evidencian nuestra necesaria ignorancia del mundo (y ni así podríamos anticiparnos a la temática de cada obra a la que pretendemos ir, e investigar a priori); de esta forma, infundan una segunda necesidad de ponerse a leer después de exponernos al argumento en escena. En sí, la obra relata una guerra virtual desatada en un foro de debate donde participaron cientos de facebookers sobre el conflicto Árabe-Israelí. A continuación, un fragmento del programa:
“Quien suponga que una u otra guerra tuvo inicio y tendrá fin lleva la candidez hasta la tontería. Mientras escribo esto las agencias de noticias despliegan en la franja de Gaza ejércitos de corresponsales, los jerarcas del mundo fingen meter freno al desenfreno de pólvora y sangre que en absoluto les interesa frenar, los gobiernos de Israel y de Palestina vuelven a cargar contra sus pueblos: el aniquilamiento de los otros justifica la muerte de los propios.
Hace un año y meses fue lo mismo, devastador y absurdo. Yo, en nombre de la paz, abrí un debate violento que se me fue de las manos. Luis Mario Moncada volcaba su asombroso talento en dramatizar con orden y coherencia el drama caótico que la palabra escrita orinó en la red social donde poco antes celebrábamos reencuentro y afinidades […] Si quienes escribían ante sus pacíficos ordenadores loando la nueva era del Hombre eran los mismos artistas e intelectuales que sacaron del talego de la brutalidad su fanatismo, podemos asumir que Babel prevalecerá sobre las ruinas de los evangelistas de la modernidad: Nunca fuimos hommo erectus, hommo ludens, hommo videns ni embeleco que se le parezca: fuimos y hemos de ser hommo babelicus incapaz de entender siquiera sus propios aullidos, su personal palabrería que, disfrazada de argumento, parece nutrida de neuronas pero lleva la sangre incurablemente infestada por el odio; y esto –¡qué tristeza!—alude a gente con postgrados y méritos diversos olvidados en el lodazal de la mala palabra que no es la altisonante sino la que se usa para apuntalar el crimen”.

Miguelángel Díaz Monges, autor del mensaje anterior, fue quien inició el sangriento novenario en nuestro mundo real. Con la ayuda de un pizarrón gigante a modo de muro de facebook, los actores se la vivieron como si estuvieran todos presentes a la hora de comentar en sus computadoras. Los vimos como realmente habrían estado: en ropa interior, semidesnudos, desayunando un plato de cereal en sus casas. De los argumentos pasamos a las pedradas, y de las pedradas a los insultos. Eso sí, siempre con sutileza e inteligencia. Fue impresionante observar una recreación gráfica del fenómeno Facebook, diecisiete personas hablando todas al mismo tiempo, comentándose entre sí. Algunas debatiendo, otras aprovechando para ligar. La obra culmina con Luis Mario (haciéndola de Miguelángel) eliminando a una de las participantes, cuyo acoso ya no soporta, y de quien ya no puede escapar. La disputa, más allá de los argumentos, se tornó completamente personal, la pelea ya no es en contra de las ideas, sino en contra de los que las sostienen. Y todos sentimos que en realidad, Rosalinda está muerta. Ha sido eliminada por el moderador y fue metida a la fuerza en una caja que emula una papelera de reciclaje. El moderador cierra el debate, todas las posturas están malheridas, el conflicto termina, y aunque no nos sentimos bien, aplaudimos el trabajo de los actores, quienes han expuesto virtuosismo y sublimidad al actuar. Salgo molesto, algo en el estómago me reprime y me estruja. Fue el Black Box, fue el hecho de ser mi primera, o casi mi primera vez. Fue el argumento, lo desconozco. Quiero ser actor, quiero participar en proyectos así. Dejar el mismo vacío en las vísceras que me dejaron a mí. Así tal vez le quite dos miligramos de anestesia a mi pueblo, tal vez encuentre una manera de lograr un cambio significativo en la sociedad. Es eso o caer intentándolo. “Sigue soñando” me dicen, pero justamente eso es lo que ocurre conmigo. Sigo soñando sin quitar los pies del suelo, no tiene nada de malo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Breve Crítica a la Razón Tridimensional: Resident Evil 4: Afterlife, The Last Airbender, y Expectativas sobre Harry Potter and the Deathly Hallows




No sé... no siempre estuve en contra de las películas 3D. La verdad ni siquiera recuerdo la primera, pero desde que comenzó la tercera oleada mundial de películas que requerían lentes especiales (la primera ocurrió en los 50', tengo entendido que aquí no pegó tanto; la segunda fue en los 80'), me di cuenta que era un honesto desperdicio diseñar toda una trama a un formato comercial de moda. Es decir, hay que admitir que la mayoría de los realizadores de este tipo de películas, forzan la trama a tal punto que pareciera que los personajes obligadamente deben lanzar, disparar o explotar hacia la pantalla de manera que todos podamos hacer "¡Ohhh!  ¡Ahhh!" Y es que aproveché el puente para irme al cine comercial (mis amigos Fans de la Cineteca me criticarán), y ver varias películas que ya esperaba desde hacía mucho. En total, sólo me hace falta ver una más: El Infierno, de Luis Estrada. A ver si se me ocurre algo que mencionar al respecto y lo posteo más tarde.



Por esta ocasión, me gustaría revisar dos filmes de cuyas historias soy Fan (y no por eso dejaré de criticar los elementos tridimensionales), y preveer el desarrollo de una más (de la cual también soy Fan) que se estrenará próximamente: Resident Evil 4: Afterlife, The Last Airbender, y Harry Potter and The Deathly Hallows.

Resident Evil 4: Afterlife


 Me gustaría realizar una advertencia antes de comenzar con mi revisión sobre RE4. La línea de mi discurso se basará concretamente en los filmes, no en los videojuegos o en el argumento de los mismos. Nunca falta el Betornillo (véase El Podcast de Olallo Rubio) que me dice "¿las películas qué? están [y cito] re-chafas, están re-chafas y ni se parecen a los videojuegos". Por tal motivo, aviso de antemano que mi mensaje está dirigido a las 4 películas que SE BASARON (pobre o enriquecidamente) en la serie de videojuegos desarrollada por Capcom y a la cual originalmente denominaron Biohazard. No soy un experto en la temática original de los videojuegos, apenas he jugado dos, y por supuesto que no he terminado ninguno. Y aunque sí he hecho cierto digging al respecto por Internet, y pretendo profundizar en la trama desarrollada para las consolas, me enfocaré casi exclusivamente en el trabajo desarrollado por Paul W.S. Anderson. Además, quisiera resaltar que no vi ninguna de las películas que aquí reviso en su formato 3D, para el cual fueron diseñadas.
RE4 comienza con un breve prólogo de Milla Jovovich (análogo al prólogo de RE2: Apocalypse y RE3: Extinction) describiendo las atrocidades realizadas por la corporación Umbrella. Sinceramente, esperaba encontrarme a Leon Kennedy (estelarizado quizá por Jensen Ackles: Dean Winchester en Supernatural) entre los personajes principales; en lugar de eso, el hermano perdido de Claire Redfield: Chris (protagonizado por Wentworth Miller), tuvo una excelente sesión de tiro matando zombies durante gran parte del largometraje. La chava Crystal (que con el perdón de mi novia, debo decir que) estaba bastante, bastante bien; pero se murió muy pronto (inserte su carita triste aquí: _______). Supongo es el destino que las chavas mejorcitas (no protagonistas) deban morir rápidamente en este tipo de películas. Uno de los elementos más interesantes (e inesperados) es que Alice es despojada de la gran mayoría de sus habilidades (fuerza, rapidez y agilidad sobrehumanas, telekinesis, regeneración celular y tisular aceleradas) casi al principio de la película. Alice se limita a dar las “gracias” por haberse vuelto humana de nuevo. Con sus entrenamiento militar básico intacto, el ahora ex–proyecto Alice se abre paso en la búsqueda de la tierra prometida sin infección. Nos introducen nuevos villanos: los Majini Zombies (véase http://residentevil.wikia.com/Majini), los perros Adjule (véase http://residentevil.wikia.com/Adjule), el famoso Albert Wesker (que aquí aparece como presidente absoluto de la corporación, y mi favorito: el Majini Executioner (véase http://residentevil.wikia.com/Executioner_Majini) con su enorme hacha. Sé que varios podrán haberse indignado con la obvia inspiración de los realizadores en la trilogía de Matrix para darle vida a la pelea final entre los hermanos Redfield y Albert Wesker. Ya no me molesta que exploten elementos originalmente Wachowskianos; criticar a una película que hace obvias referencias al trabajo de Larry y Andy Wachowsky “es como molestarse porque la gente cite a la Biblia”, le decía a mi hermano. Y es cierto, cuando un discurso (ya sea científico, político, religioso, artístico o cinematográfico) marca un hito en el devenir de la historia, lo más probable es que trabajos posteriores se basen en su discurso para lograr nuevas creaciones. Algunos los llaman “copias”, otros “inspiraciones inconscientes”. Yo quisiera pensar, en el caso de RE4, como raíces necesarias.
Sin embargo, a pesar de que Albert Wesker esquivara balas (que obviamente resaltaron en el formato 3D), Crystal estuviera muy pero muy bien, el Majini Executioner diera hachazos gigantescos a diestra y siniestra, y el final de la película insinuara descaradamente la creación de una quinta entrega, la película no dio la talla de las primeras 3. Para ser honesto, no esperaba más al respecto. Siendo una película diseñada para un formato tridimensional, me supuse (como siempre) que tanto Alice como los demás personajes se la vivirían lanzando objetos hacia la pantalla, o que constantemente escaparían de ventanas haciendo explosión. Debo admitir que la película nos sacó (a mí y a toda la audiencia) 2 carcajadas bastante satisfactorias a lo largo de la película. En resumen, fui a ver la película porque soy Fan (del concepto en general, fílmico y de los videojuegos); así, buena o mala, es mi deber como Fan ir a verla, y disfrutarla. Mi favorita sigue siendo RE2: Apocalypse. No me queda más que advertir a todos aquellos ajenos al discurso de Resident Evil, o a todos aquellos Betornillos apegados al concepto de las consolas, que de ir, no encontrarán una excelente película. A lo más un filme decente sobre escapar de los zombies mutantes. No puedo decir que me encantó. Lo que sí puedo asegurar, es que ahora espero con unas ansias descomunalmente locas, la realización de la quinta entrega. De no ser elaborada por la franquicia original, yo mismo me encargaré del proyecto. Al fin y al cabo, es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo.

The Last Airbender


Nuevamente, advierto: mi revisión es ENTERAMENTE sobre el filme. Me declaro completo y absoluto Fan del trabajo de Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko en Nickelodeon para la serie Avatar: The Last Airbender. Aunque la película también fue producida por la misma cadena de programación infantil, como toda obra adaptada al cine, cambiaron ‘n’ cantidad de elementos en la realización. Por lo tanto, me enfocaré concretamente sobre el filme.Está completamente de más
Para empezar, la obra en México está mal traducida. En la serie doblada al español latinoamericano, repetidamente se menciona que la traducción de “Airbender” al español es “Maestro Aire” (Maestro-Aire, si así se desea), no “Maestro del Aire”. Es una ligera preposición, lo sé. Sin embargo, más allá de la obsesión por los detalles, el agregar la palabra “del” al concepto de los maestros aire le quita todo el misticismo que se maneja durante la serie. Continuando con los elementos importantes, los que somos Fans nos daremos cuenta que Katara no tiene nada de Katara, a lo mucho sus líneas. Katara es morena, y la actriz que desempeña el papel de la última Maestra Agua de la Tribu de Agua del Sur (Nicola Peltz) es casi tan blanca como las casas de hielo de su aldea. Sokka adquiere un papel más activo durante la trama, ya no sólo es “el chico gracioso que sabe leer mapas”, sino que también propone y determina los planes. La cicatriz de Zuko no es tan descarada, y los maestros tienen que realizar elaboradas combinaciones de movimientos marciales antes de levantar siquiera sus respectivos elementos del suelo (éste fue uno de los elementos que más me disgusto de la adaptación).
Está completamente de más, y considero absolutamente innecesario comentar que incontables elementos de la serie quedaron suprimidos, omitidos o tergiversados en la adaptación cinematográfica (sobre todo al final). Después de todo, es un hecho necesario después de intentar condensar 20 episodios de 23 minutos aprox. cada uno, en un filme con 103 minutos de duración (no gusto hacer las mates de proporción). Todo se puede resumir en el hecho de que (gustosamente) me la pasé respondiendo las preguntas de mis acompañantes (lo más brevemente posible) sobre la trama, además de que agregué uno que otro paréntesis aquí y allá en diversas escenas. Una vez más, la fui a ver porque soy Fan, y al respecto, no tengo nada más que decir. La última pelea entre Aang y los soldados de la Nación del Fuego estuvo rescatable, Aang no se la pasó moviendo los brazos de un lado a otro para levantar apenas un puñado de agua. La cosa ya fue más en serio, más como en la serie: dinámico. Por un momento temí que los realizadores pretenderían condensar TODA la serie en un solo largometraje (ya que el título de la película no da indicios de ser parte de una secuela). Inclusive, llegó un momento en que me cansé de que la peli diera saltos tan abismales entre cada escena al tratar de cubrir cada capítulo de la primera temporada de la serie. Se limitaron a la primera temporada al menos. Estoy obligado a ver las siguientes dos: El Libro de Tierra (muero por ver a Toph y a Azula en acción), y el Libro de Fuego. La película me agradó, pero no puedo sino remitirme a la emoción que me producía, y me sigue produciendo, la serie original. Ojalá y transmitieran las tres temporadas completas en la una pantalla IMAX. Haría lo posible por obtener el dinero (o al menos un descuento), y verlas todas.

Expectativas de Harry Potter and The Deathly Hallows

¿Qué? ¿Les tengo que advertir que no la he visto y que sólo mencionaré un pre-juicio fundamentado en mis creencias, y experiencias sobre la saga completa (en libros y cine)? Mejor pónganse a re-leer los finales de sus libros favoritos en la obra de J.K. Rowling.
Más allá de lo que espero ver, comenzaré mencionando lo que NO espero ver, y eso es: objetos aproximándose innecesariamente a la pantalla para que los $95.00 valgan la pena. Ya lo había mencionado, es descarada la manera en que los realizadores hacen que los actores acerquen el dedo a la lente como si quisieran sacarnos un moco o robarnos las palomitas. Ni la varita de Sáuco (cuya versión inglesa prefiero como Elder Wand) es tan impresionante en 3D. Sí, sí quiero ver como todo termina. Quiero ver a Harry pelear contra Voldemort (aunque al parecer será en las afueras del castillo de Hogwarts de acuerdo a los trailers), quiero ver al dragón de Gringotts (y ver qué hace), y quiero ver si esta vez quedará decente el largometraje al dividirse en dos partes. Quién sabe, igual y esta vez los realizadores hagan un buen trabajo. Definitivamente iré a verla en formato normal. Vi HP6 en formato normal, y me agradó (como Fan). Tan pronto tenga el dinero, iré a comprar mis boletos de pre-estreno. Mis mejores deseos para este proyecto, que todo sea tan emocionante como promete ser.