lunes, 20 de septiembre de 2010

Sabor Amargo

A todos los que me acompañaron a ver Sabor Amargo de Estela Leñero les hice la siguiente advertencia: "De no apurarnos, es posible que no alcancemos boletos. El domingo es la última función y las entradas sólo pueden conseguirse hasta ese día, no hay reservaciones ni pre-venta. Además, somos muchos, y no quiero que nadie se quede fuera". Afortunadamente, todos me hicieron caso y llegamos más o menos a la hora que tenía previsto: 90 minutos antes para comprar las entradas. Nadie llegó por su parte, aunque el Teatro Sergio Magaña no está muy escondido, no quise correr riesgos y los esperé a todos en el Metro San Cosme. No esperaba que el lugar estuviera tan vacío cuando llegamos, nos apresuramos a comprar los boletos y, dicho y hecho, el lugar se llenó de gente por ahí de las 5:30. Al ser última función, no se me hizo raro que llegara gente vestida elegantemente y con talla de importante. Inclusive llegaron varios autobuses repletos, y todos se metieron al edificio. Al entrar, nos percatamos de que casi la mitad de los asientos estaban reservados. Procuramos sentarnos lo más juntos posible. Segunda llamada. A media luz, una actriz sobre el escenario trazando lentamente algo sobre el piso con un gis. Butacas llenas, puertas cerradas, y elenco listo, se escuchó la Tercera Llamada.

El hijo es un drogadicto, el actor se convulsiona bien. La hermana le reclama sobre su vicio, la actriz (que era la que se hallaba trazando lo que ahora es un juego de avión sobre el suelo) es muy guapa, pero actúa como una niña de 15 con mente de 8. Digo "pero" porque por la manera en que habla y se mueve no parece una mujer, sino apenas una adolescente. Llega el padrastro y comienza a acosar a la hermana, el hermano no hace nada, ha prometido no decir nada a cambio de que el padrastro le dé dinero para mantener su vicio. La hermana ruega a su hermano que la defienda alzando la voz ante la madre, ya que ella por sí misma no la convence de la existencia del acoso. Al contrario, la madre cree que es más bien su hija quien se le insinúa a su nuevo novio. La regaña, todos vamos comprendiendo que desde la muerte del padre todo se ha deshecho. La única que no está tan enferma es la hija, que sólo quiere estudiar y salir adelante. Mitad como un fantasma, mitad como una alucinación, el padre muerto se le aparece al hijo. Primero como arrastrando cadenas, como avisando que ahí sigue. Todos entendemos que cuando la luz baja, y el hijo se queda solo, aparece el padre como un espíritu clamando venganza. No entendemos por qué, lo único malo que ha hecho la madre es tratar de seguir adelante consiguiéndose una nueva pareja. Al parecer el padre no tolera que otro hombre ocupe su sitio, pareciera incluso injusto que no quiera que su esposa sea feliz. Entonces el padrastro nos vuelve a recordar que es un patán, observamos que desea más a la hija que a la madre incluso en presencia de la última. Pero la madre se hace tonta, no quiere ver, no ha querido ver todavía.

El momento más impactante de todos ocurre en ausencia del padrastro. Una vez que la hija acordó por fin tener sexo con él a cambio de dinero, ésta se arrepiente y huye corriendo. Cuando regresa, se encuentra con su madre intentando ayudar al hermano quien está sufriendo una crisis por la droga. En el rostro de la hermana se ve que casi ha sido violada, en el rostro del hermano se nota los efectos de las apariciones hamletianas del padre. Los ruegos de la hermana, y las evasivas nerviosas del hermano, hacen que poco a poco la madre se dé cuenta de que algo realmente grave sucede. Por fin (y para alivio de todos) el hijo confiesa. La mamá enloquece de negación, el hijo la detiene, la hermana huye para siempre de la casa. Y entonces nos damos cuenta: fue la madre quien asesinó al padre por las golpizas que éste le daba. Desconsolada, sale de escena. Más tarde, el padrastro llega borracho, la madre lo rechaza, él cae al piso, la madre se va. Se quedan solos el hijo, el padrastro en el suelo y el espíritu del padre detrás del primero. Por fin todos nos damos cuenta de la puñalada que tiene el padre en la espalda. Se la dio la madre cuando el padre golpeaba al hijo, quien a lo largo de toda la obra nos ha demostrado el pavor que le tiene al señor, ahora fantasma. El padre, nuevamente, clama venganza. Anteriormente, sin que nadie se diera cuenta, ha dejado colgado su cinturón en la pera de boxeo que hay justo en medio de la casa para que el padrastro practique. El hijo la prueba, sí aguanta. Pero como no puede cargar al pesado hombre que está en el suelo, su padre se vuelve loco y comienza a gritar. Todo comienza a volverse caos, el hijo pierde el control y, en un último acto desesperado para oponerse por fin a la voluntad del padre, él mismo se pone la horca en el cuello. "¡Aquí se termina todo!" le grita a su padre, desesperado. Todos sabíamos que al final, él acabaría quitándose la vida. Todo termina, la obra concluye.

Los aplausos inundan el recinto, lo han hecho bien. Salvo algunos detalles en musicalización (en momentos tensos han puesto canciones que quitan la emoción), yo diría que el trabajo fue bastante convincente. Tengo que admitir que no es la obra que más impacto me ha dejado. No salí con un hueco en el estómago tan grande como en otras ocasiones que he ido al teatro. Pero los ruegos de la hija a la madre en presencia del hermano sí me han movido el tapete. A pesar de que es una obra que no deja dudas (pues sólo es para verse una vez), a todos nos ha gustado. Mis amigos y yo seguimos hablando de ella mientras vamos por algo de comer en los puestos que quedan cerca.

1 comentario:

  1. Tal cual, narraste toda la obra.
    De acuerdo , me parecio buena, me gusto...
    un lugar pequeño, mucha gente, una obra no muy larga, buena observación lo de la música y sí, a veces entraba un poco tarde el fondo musical con respecto a la escena.
    Debo comentar que mientrás avanzaba la trama imaginé que el final sería otro, llegue a pensar que el hijo tomaría los consejos de su padre ya muerto...

    Creo que fue buena idea que fueran varios amigos a ver la obra y me gustaría que se repitiera en otra ocasión. Gracias :D

    Esperamos más entradas.

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